Javier Machuca: «No hay que poner límites a las operaciones que se realizan con el robot Da Vinci»
La cirugía robótica tiene por delante un camino despejado que ofrece muchas ventajas a los pacientes que son operados con un equipo de esas características. El Hospital Clínico Virgen de la Victoria dispone de un robot Da Vinci desde finales del pasado verano. Desde entonces, 25 pacientes han sido intervenidos de patologías urológicas mediante esa técnica. Los servicios de ginecología y cirugía general y digestiva se están acreditando ahora para empezar a intervenir también a enfermos. «No hay que ponerle límites a lo que se puede hacer a través de la cirugía robótica», dijo a este periódico el jefe del servicio de urología del Clínico y experto en el uso del robot Da Vinci, Javier Machuca. Además de él también emplean la cirugía robótica los urólogos del hospital Ramón Bonilla y Bernardo Herrera.
El doctor Machucha explicó que los resultados de la cirugía robótica aportan muchos beneficios a los pacientes, que son intervenidos con una técnica mínimamente invasiva, lo hace que sientan menos dolor y tengan un sangrado menor. Además, la cicatriz que les queda es mínima y se recuperan mucho antes en comparación con la cirugía abierta. «El robot Da Vinci es un paso adelante de la cirugía laparoscópica al ofrecer una mayor precisión y eliminar el temblor de la mano del cirujano. Es un avance que da una calidad impresionante», indicó Machuca, que acumula más de 14 años de experiencia con este tipo de cirugía.
El urólogo aseguró que la llegada del robot al Clínico trajo consigo «una sensación de felicidad». El equipo puede hacer dos operaciones en una mañana, pero lo normal es realizar una, porque muchas de las intervenciones son complejas, en las que se opera a pacientes urológicos con dolencias complicadas.
Hasta el momento, han sido intervenidos en el Clínico enfermos que han precisado cirugía de próstata (prostactectomía radical con derivación urinaria tipo vejiga ortotópica con sutura intracorpórea y otras derivaciones), así como algunos casos de tumores renales. Asimismo, está previsto llevar a cabo reconstrucciones de patología urinaria.
En las sesiones con el robot participan un cirujano principal, que maneja el equipo a través de una consola y cuenta con una cámara que le ofrece imágenes en 3D, y un cirujano ayudante, que está situado junto al robot y al paciente. Un tercer elemento lo conforman una torre para practicar la laparoscopia y un monitor por el que el ayudante ve lo que hace el cirujano principal. Las intervenciones robóticas suelen durar en torno a dos horas. El tiempo depende de las características del enfermo. Si este es obeso o tiene una próstata grande y una pelvis pequeña, la operación se puede prolongar más, manifestó el doctor Machuca.
El servicio de urología del Clínico Virgen de la Victoria es pionero en la utilización de las técnicas más avanzadas en la cirugía para el cáncer de próstata, ya que fue uno de los primeros hospitales de España en incorporar la cirugía laparoscópica en este tipo de patología. La llegada del equipo de cirugía robótica Da Vinci va a acelerar la incorporación de otras técnicas.
Escrito por: ÁNGEL ESCALERA